La salvia es una de esas plantas que la gente utiliza en contadas ocasiones y que queda un poco a la sombra de otras especies más conocidas como la albahaca, el orégano o el tomillo, entre otras.
A pesar de ello, después de lo que te voy a contar seguro que te apetece empezar a incorporar esta hierba aromática en tus platos más a menudo. Sobre todo, si eres mujer.
El nombre Salvia proviene del latín y significa “salvar”. Con este nombre podemos imaginar que esta planta fue venerada siglos atrás gracias a sus distintas propiedades. De hecho, los romanos, quienes ya conocían sus beneficios, fueron quienes la introdujeron en Inglaterra y la llamaban “Herba Sacra” o hierba sagrada.
Esta planta, de carácter astringente, puede resultar un aliado ideal para la mujer ya que es útil para problemas con la menstruación o trastornos femeninos.
Propiedades
¿Cómo utilizarla?
La salvia se puede consumir tanto fresca como seca y la puedes incorporar en tu día a día de distintas formas:
Infusión (para problemas digestivo preparar 1 cucharada de postre por taza e infusionar 10 minutos.
Tomar 3 tazas al día antes o después de las comidas).
Incorporada en los platos que prepares o, directamente, comerlas fritas (quedan buenísimas)
En forma de polvo dentífrico a partir de sus hojas pulverizadas. Esto te ayudará en caso de tener encías débiles o inflamadas.
Macerado en aceite para dar masajes en articulaciones doloridas y frías.
¡Cuidado!
Embarazo y lactancia
Se recomienda seguir tratamientos discontinuos Y tú ¿ya incorporas la salvia en tus platos?