La cúrcuma es otra de las grandes especias que ha ganado protagonismo y muchos seguidores en los últimos años.
Esta especia se encuentra muy presente, sobre todo, en la cocina india y medicina Ayurveda. Y su parte más utilizada es el rizoma.
La cúrcuma es la alternativa a los AINE por excelencia ya que actúa como modulador inflamatorio, aumenta la producción de glutation (un antioxidante propio) o disminuye los daños de los radicales libres, entre otras funciones.
Propiedades
Antiinflamatorio natural: útil sobre todo para tratar problemas articulares con menos problemas gastrointestinales que los fármacos.
Nos protege de la exposición a metales pesados y malos hábitos. Ayuda a la función de limpieza hepática.
Mejora la salud del corazón y reduce riesgo de infarto.
Actúa sobre las células cancerígenas y favorece su muerte (apoptosis).
Cómo utilizarla
La cúrcuma se absorbe en muy baja cantidad (un 10-15% aproximadamente según el sistema digestivo de la persona).
Por esta razón para aumentar su absorción (hasta un 80-90%) se recomienda:
Tomarlo junto a pimienta negra (gracias a la piperina un alcaloide presente en esta).
Tomarlo junto algún tipo de grasa (La cúrcuma es liposoluble. Eso implica que se favorece su absorción si se acompaña de grasa: aceite, leche de coco, leche de vaca…).
Tomarlo caliente (según diversos estudios parece que tiene también un efecto sobre la absorción). Por eso es buena idea preparar currys, leche dorada…
Tomarlo en forma de suplementación que contenga piperina o que incorpore sus propios aceites esenciales (importante fijarnos en la cantidad de curcumina presente).
Además de la dificultad de absorción, la cúrcuma se degrada muy fácilmente. Por lo que es complicado mantenerla en sangre durante periodos largos.
Por ello, aparte de hacer un consumo constante, se recomienda hacerlo junto a ingredientes que ralenticen la degradación de esta inhibiendo a las enzimas responsables (como puede ser la quercitina presente en cebollas, ajos o piel de manzana (entre otros) u otros alimentos como el sésamo, la miel, la pasiflora…). Estos nos ayudarán a eliminarlo de forma más lenta.
Contraindicaciones
La cúrcuma es calorífica y secante, por ello, si la consumimos en exceso puede dar sofocos o sudores nocturnos. Además, es una planta que mancha muchísimo, así que ten cuidado si la vas a manipular.
También está contraindicada en personas que consuman anticoagulantes, tengan cálculos biliares, mujeres embarazadas o en periodo de lactancia. Tampoco es recomendable consumirla antes o después de realizar deporte ya que estudios muestran que puede inhibir la recuperación.
Por último…
es importante saber que, aunque hayamos escuchado a menudo que la piperina es necesaria para la absorción de la cúrcuma, también es cierto que en algunas patologías se recomienda eliminar la pimienta u otras especias picantes de la alimentación debido a su capacidad de relajar la membrana intestinal y facilitar el paso de partículas más grandes a través de ella. Ya que este aspecto no es muy recomendado cuando existe patología intestinal, enfermedades autoinmunes, etc. debido a que puede aumentar la irritación intestinal y favorecer aún más la porosidad del intestino.
Por esta razón, en caso de padecer de este tipo de patologías es recomendado consumir la cúrcuma junto a sus aceites esenciales u otros alimentos grasos y evitar agregar pimienta a las preparaciones.
Y tú ¿ya incluyes cúrcuma en tus preparaciones?