Me encanta Asia y todo lo que me recuerde a ella y, seguramente esta es una de las razones por las que me encanta el jengibre y sería capaz de añadirlo en casi todos mis platos. Pero más allá de su sabor el jengibre tiene múltiples beneficios. De hecho, en el Ayurveda tradicional, es una raíz que se la conoce como “vishwabhesaj” o “medicina universal” gracias a los resultados positivos que ha dado con dolencias muy variadas.
El jengibre, al igual que la canela, desempeñó un papel muy importante en el comercio de especias. Llegando a tener igual valor medio kilo de la raíz que una oveja entera.
Se considera una planta caliente y seca, por esta razón se recomienda que la consuman personas que sientan frío y humedad (las personas que padecen hipotiroidismo suelen tener esta tendencia, así que consumir infusiones de jengibre de forma habitual puede ser una buena alternativa).
Propiedades
Usos
El jengibre se puede consumir tanto en su versión fresca como en especia seca.
En versión fresca debería tener un sabor entre ácido y picante. A la hora de comprarlo busca trozos gorditos con la piel suave (intenta que no tengan aspecto de seco o la piel arrugada).
En fresco guárdalo en la nevera. Y si crees que no vas a llegar a consumirlo todo antes de que se seque córtalo a rodajas, guárdalo en un tupper o bolsita de plástico y congélalo.
Lo puedes añadir en preparaciones dulces o saladas. A mí me encanta rallarlo y añadirlo en salteados, aliños o incluso en pasteles o galletas especiadas.
Dosis terapéutica raíz fresca: 1 a 15 gramos al día
Raíz seca: 3 a 12 gramos.
Cuidado en embarazo o en pacientes que tomen anticoagulantes.
Y tú ¿utilizas el jengibre con alguno de estos fines? ¿O simplemente disfrutas de su increíble sabor?